Cuando llegamos a una edad adulta, tendemos a pensar que el desgaste de nuestras piezas dentales es algo relativamente normal. Sin embargo, este desgaste no se produce por el paso del tiempo en sí mismo, sino por una falta de cuidado que en muchas ocasiones viene dada por la dejadez de los propios usuarios a la hora de acudir a las revisiones dentales con cierta regularidad.
A día de hoy, son varias las exigencias que tenemos en relación con nuestra higiene bucodental, por un lado, tener unos hábitos bucodentales saludables en los que no solemos saltarnos ninguno de nuestros cepillados dentales, pero también se nos exige visitar con regularidad a nuestro dentista o a nuestro higienista dental.
Las revisiones dentales se subrayan dentro de nuestros hábitos saludables relacionados con nuestra higiene dental porque para mantener la salud de nuestra cavidad bucal, necesitamos que todos nuestros dientes estén sanos. Las caries y las enfermedades de nuestras encías se pueden transmitir con facilidad por nuestra boca, por lo que es importante controlar el estado de cada una de nuestras piezas.
Debemos apuntar que el hecho de no notar molestias en nuestra boca, no significa que no tengamos ningún problema, sino que, en ocasiones, un sangrado durante el cepillado o una mala mordida podrían ser el paso previo a un problema de higiene dental. Tener una frecuencia regular a la hora de visitar a los expertos dentales es el primer paso para evitar que estos problemas vayan a más. La salud de nuestra boca depende de nosotros mismos y de la diligencia que demostremos a la hora de seguir con unas rutinas concretas.
Prevención y control son clave en las visitas y revisiones dentales, por eso los higienistas bucodentales siempre están dispuestos a realizar un seguimiento de la salud bucal de sus pacientes para tanto evitar enfermedades en nuestras piezas dentales como para poder atajar aquellas que ya se hayan manifestado. ¿Y tú? ¿Cuándo fue la última vez que fuiste al dentista?