La evolución de la web hace que la conozcamos por diferentes nombres, según sus características. A lo largo de la historia se han producido diversas transiciones en la World Wide Web, hasta reconocerla tal y como se presenta hoy en día.

Conforme la tecnología de seguridad va avanzando, se consolida una Web 3.0 que poco tiene que ver con sus anteriores versiones. Esto te beneficia, tanto en tu experiencia de usuario como en la protección que recibes como internauta.

En este post te hacemos un recorrido por la historia Web 2.0 y Web 3.0, para que sepas diferenciar cada una en función de sus características.

¿Qué es la Web 2.0?

Antes de explicarte qué es la web 2.0, debes saber que su predecesora, la Web 1.0, marcó una forma de ofrecer información, para leer y buscar contenidos en Internet.

A pesar de lo novedoso que resultó en su día, su utilidad se limitaba a esto, puesto que es muy primitiva, pero ya supuso un avance importante en la década de los 90 del siglo XX.

No fue hasta 2004 hasta cuando nació la web 2.0, como un nuevo recurso que irrumpiría entre los medios de comunicación tradicionales. Lo que diferenció a esta fue su condición de interactividad para los usuarios, que ya podían realizar más acciones que solo leer un sitio web estático.

Fue así como surgieron los blogs y las redes sociales como la antigua MySpace o el gigante Facebook.

Definimos Web 2.0 como el conjunto de tecnologías de Internet que facilitan la labor colaborativa y abierta. La interactuación que pueden realizar los usuarios en esta, genera una proactividad capaz de descentralizar la actividad, puesto que fomenta la creatividad colectiva.

¿Cómo es la Web 3.0?

La web 3.0 surgió hacia el año 2014, con el fin de procesar el contenido de manera parecida a la ejecución humana.

Desde su origen, es conocida como web semántica. En nuestros días, se encuentra evolucionando de manera constante.

En ella, los datos están conectados entre sí, por lo que se entienden de manera tanto conceptual como contextual.

Se trata de la tercera generación de los servicios de Internet para aplicaciones y páginas web. Su evolución camina en torno a la creación de sitios web mucho más inteligentes, abiertos y conectados.

Características de la Web 2.0 y 3.0

WEB 2.0

  • Centralizada: Los servicios en la nube y la plataforma, así como la entrega de aplicaciones, se rigen y operan de modo centralizado por autoridades.
  • Moneda legal: Toda transacción se realiza con monedas oficiales en curso.
  • Cookies: La ayuda a rastrear genera una experiencia generalizada para el usuario.
  • CSS y Ajax: Se define con tecnologías de diseño que ofrecen dinamismo en su control.
  • Bases de datos relacionales: Sostienen los contenidos y aplicaciones.
  • Redes sociales: La web 2.0 es la base de las redes sociales, desde sus inicios.

WEB 3.0

  • Descentralizada: Su computación es perimetral, consenso distribuido, per to peer, identifica a la web.
  • Criptomonedas: Permite hacer pagos con monedas digitales encriptadas.
  • NFT: Proporciona al usuario tokens únicos con un determinado valor o ventaja.
  • Inteligencia Artificial: Presenta autonomía en su inteligencia y un aprendizaje automático.
  • Blockchain: Recurre a la tecnología de registro inmutable de blockchain.
  • Metaverso: Sus mundos fusionarán la realidades física, virtual y aumentada.

¿Cuál es la principal diferencia entre la Web 2.0 y 3.0?

En definitiva, La web 3.0 es conocida como la web de la nube, debido a la forma de almacenar su contenido, a diferencia de la web 2.0. Es la más actual.

Además de ello, si bien la web 2.0 está dispuesta como una web simple, la 3.0 se distingue por las aplicaciones web y plataformas que se disponen para diversos sistemas operativos.

En la web 2.0 se necesita instalar aplicaciones para el uso de servicios concretos, mientras que en la web 3.0 podemos acceder a los servicios desde el propio navegador.

Si en la web 2.0 ya se avanzó en cuanto al modo de compartir mensajes en redes sociales, en la web 3.0 se realizan búsquedas más cercanas y se potencia la interactuación entre usuarios. Estos se pueden conectar entre distintas plataformas y dispositivos en tiempo real.

El futuro de la Web 3.0

Los avances tecnológicos que aún están por venir hacen que todavía no sepamos bien cómo será la web 3.0 del futuro, pero sí hacia dónde avanza.

Posiblemente, dentro de unos años, la web 3.0 incluya un conjunto de nuevos estándares de Internet que cambien su funcionamiento. De momento, el protocolo HTTP es un estándar emergente para el Grupo de Trabajo de Ingeniería de Internet.

La web 3.0 abarca el concepto de organizaciones autónomas descentralizadas (DAO) como novedoso modo para gestionar y estructurar el gobierno para servicios web y organizaciones. Esto pasa por el consenso distribuido para la toma de decisiones, lejos de una autoridad centralizada.

La descentralización podría tener un impacto importante en el sistema financiero mundial, al no contemplar los sistemas de operación bancaria tradicionales.

Además, se intuye la aparición de aplicaciones descentralizadas que usen blockchain y contratos inteligentes, para hacer posibles aplicaciones que se distribuyan en todo el entorno 3.0.

Lo que sí se sabe con certeza es que, conforme la web 3.0 siga evolucionando, se seguirá enfocando a la descentralización, automatización e inteligencia.

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