Época de regalos y los grandes protagonistas son los más pequeños de la casa, regalarles juguetes y que vean cumplidos muchos de sus deseos es uno de los objetivos de los padres, sin embargo la desmesura de muchos de estos padres hace que constantemente los niños se sientan agobiados y sobre distraídos con los juguetes, sobre todo en las primeras etapas de vida cuando la concentración es más difícil de mantener.
Hay ciertos educadores infantiles que hablan del síndrome del niño hiperregalado. En este sentido el niño puede no ser capaz de valorar lo que tiene y siempre querer más y más y como vemos en cierto modo esto se trata de un problema principalmente de los padres al no saber qué han de regalar o qué no. El exceso de juguetes tiene diversas consecuencias, algunas de ellas difícil de corregir sin ayuda especializada cuando crecen. Por ejemplo podremos encontrar niños con sobre estimulación, porque cuando los niños reciben muchos regalos no llegan a disfrutar, además puede conllevar una pérdida de la ilusión porque en cierto modo acaba considerándolo como una rutina el recibir regalos.
El juego cuando se dispone de tantos juguetes se considera incluso por ciertos expertos en educación infantil contraproducente puesto que limita en muchos sentidos la imaginación de los niños y su fantasía. En el momento en el que disponen de todos los juguetes que pueden imaginar, no son capaces de imaginar otras posibilidades porque en cierto modo tienen todas las posibilidades a su alcance.
Su capacidad a la hora de valorar las opciones de las que disponen también se ve menoscabada porque disponen de tantos juguetes que para qué van a valorar el tener uno más. Por eso en estas vacaciones es importante recordar que el regalar no siempre es bueno si no se hace con conciencia. Se dice que incluso para que los niños puedan ser conscientes del valor de cada uno de sus regalos no se opte simplemente por elegir juguetes, sino que también se pueden regalar otras cosas tan valiosas o más, como ropa o cosas necesarias para su día a día e incluso en ese sentido hacerles ver el por qué, no solo en el momento de regalar sino cuando también lo utilicen.