Uno de los tratamientos estéticos que más se suele demandar sea la época del año que sea, son los tratamientos del cuidado de nuestras uñas, tanto de las manos, como de los pies. Por supuesto, el crecimiento de la oferta de estos servicios ha conllevado a un abaratamiento de los precios, ahora bien, también ha hecho que aparezcan competidores que ofrecen manicuras low-cost, en donde los estándares de calidad rozan los límites mínimos. Hoy queremos hablaros de estos tratamientos de manicura y pedicura desde el punto de vista de los especialistas en estética y bienestar.
Los protocolos a la hora de aplicar la manicura y pedicura son muy concretos porque en el proceso se utilizan productos que pueden dañar la piel de los clientes, pero también la salud de quienes aspiran los gases de los geles y pinturas utilizados, entre ellos los propios manicuristas. De esta manera, los establecimientos donde se realiza la manicura, deben tener un sistema de ventilación adecuado.
Además, la calidad de ciertos productos en los que se ha perseguido que la presencia de ciertos agentes tóxicos esté limitada, en algunos establecimientos de manicura low-cost es muy deficiente. Los especialistas en estética opinan que se debería considerar competencia desleal la práctica de los servicios estéticos de manicura que no tienen en cuenta la posibilidad de dañar con productos, geles y lacas agresivas para la piel de los clientes.
A día de hoy, existen los llamados “neoesmaltes”, los cuales están pensados para respetar la propia fisiología humana y el medio ambiente, al estar libres de ingredientes tóxicos y agresivos. Como usuarios de estos centros, en ocasiones, está en nuestra mano elegir aquellos establecimientos que cumplan con los estándares tanto de calidad como de seguridad.
Las manicuras low-cost pueden influir en el estado de salud de nuestras uñas y de la piel circundante. Estar atentos a las ofertas es el primer paso que muchos especialistas en estética nos aconsejan para poder evitar este tipo de servicios  nocivos.

×