En el ámbito del marketing hay algo que en muchas ocasiones se nos olvida y es mantener a los clientes como consumidores habituales. Solemos sacrificar el atraer los clientes por conservarlos y en muchas ocasiones no nos damos cuenta que eso precisamente es lo que nos hace perder compras y ganancias, porque quien queda satisfecho con un producto repite, más allá del marketing que lo captó en un primer momento. Afianzar y conservar clientes es lo que en el ámbito de la publicidad se llama marketing relacional.
En muchas ocasiones se contraponen o se compara el marketingrelacional con el marketing tradicional, porque se pretende captar a los clientes y no siempre mantenerlos con campañas continúas de fidelización. Lo cierto es que ambas estrategias presentan muchas diferencias porque el marketing tradicional pretende ser más inmediato y el marketing relacional supone más trabajo a largo plazo. Sin embargo el uno sin el otro tendrían poco sentido y aunque el primer paso a la hora de ofrecer un producto y un servicio es a través del marketing tradicional, el marketing relacional nos hace conservar esas ventas.
A la hora de plantear estrategias de marketing completas y competitivas hay que plantear las ideas a corto plazo, pero también a medio y largo plazo, de ahí que el marketing tradicional tenga que ir de la mano del marketing relacional y así afianzar ventas para el futuro inmediato pero también el más a largo plazo.
¿Y por qué se denomina marketing relacional? Porque precisamente la estrategia se enfoca en las relaciones a largo plazo con los clientes. Sería una manera de conseguir que todos aquellos que están relacionados con la empresa queden satisfechos tanto con las ventas como con la calidad del producto, consumidores pero también stakeholders, porque se trata de una red colaborativa en la que se invierte por mantener a largo plazo esas relaciones, en esas ventas y por tanto en esas ganancias.
Los especialistas en marketing han de tener en mente el marketing relacional como siguiente paso en la cadena de ventas y la estrategia de comercialización de un producto o servicio.