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Muchos de nosotros hemos sufrido pequeños sangrados en la boca cuando nos hemos cepillado los dientes, es decir, al enjuagarnos los dientes tras el cepillado hemos detectado restos de sangre entre la pasta de dientes y el agua. O, por ejemplo, cuando hemos mordido una manzana también hemos visto restos de sangre en estas. Es un problema relativamente común, pero que no deja de ser una señal de advertencia, por lo que ante el sangrado de las encías debemos prestar ¡atención!

¿Qué significa el sangrado de las encías?

Esta es la pregunta que se hacen muchas personas, o más bien ¿por qué me sangran las encías? Debemos apuntar que el sangrado de las encías suele ser señal de un problema que sufrimos en nuestra cavidad bucodental.

  • Gingivitis, cuando sufrimos una inflamación de las encías.
  • Periodontitis, cuando lo que se inflama es el periodonto.
  • Pérdida de piezas dentales. Es una de las posibilidades con consecuencias más negativas, pero que sin embargo ocurre de manera más habitual de lo que pensamos.

Los expertos en higiene bucodental nos apuntan que las encías saludables no suelen sangrar y se suelen mostrar con un color rosa, estando firmes. Sin embargo, aunque nuestras encías no sangren podemos prestar atención a su estado si estas se manifestasen con un color rojo oscuro y por supuesto si la sensibilidad de la zona de nuestros dientes ha aumentado.
Debemos apuntar que la primera de las causas por las que el sangrado en las encías se puede manifestar, viene dada por una mala higiene. La acumulación de placa en nuestras piezas dentales puede conllevar la aparición de problemas en nuestros dientes, con la inflamación y el sangrado de las encías en primer lugar. Si sufriésemos gingivitis, debemos acudir a nuestro higienista dental o nuestro dentista para poder atajar el problema desde el principio ya que este tipo de situaciones se pueden agravar provocando incluso la pérdida de piezas dentales. La salud de nuestros dientes está en nuestra mano.

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