El envejecimiento activo es un concepto que ha ganado relevancia en las últimas décadas, sobre todo en el ámbito de la salud y el bienestar de las personas mayores. Se refiere a la capacidad de las personas mayores de mantenerse saludables, autónomas y participativas en la sociedad a lo largo de su vida, sin importar la edad.

El término fue promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que lo define como el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen. La idea central es que la vejez no es sinónimo de enfermedad o dependencia, sino una etapa en la que, con las condiciones adecuadas, las personas pueden seguir desarrollándose, contribuyendo y disfrutando de una vida plena.

Principales pilares del envejecimiento activo

Para entender mejor qué es el envejecimiento activo, es útil explorar los tres pilares fundamentales que lo sustentan:

1. Salud

El cuidado de la salud física y mental es esencial para un envejecimiento activo. Mantener hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico y la prevención de enfermedades, son claves para mejorar la calidad de vida en esta etapa. También es importante cuidar la salud mental, buscando formas de mantenerse cognitivamente activos y socialmente conectados.

2. Participación

El envejecimiento activo promueve que las personas mayores sigan involucradas en la sociedad, ya sea a través del trabajo, el voluntariado, actividades recreativas o el apoyo a sus familias. Esta participación contribuye a darles un propósito, fortalecer sus relaciones sociales y reducir la soledad, un problema común en esta etapa.

3. Seguridad

La seguridad implica que las personas mayores puedan vivir en entornos que les ofrezcan estabilidad económica, acceso a servicios de salud y protección frente a abusos o discriminación. Es esencial garantizar que puedan disfrutar de un entorno que respete su dignidad y derechos.

Beneficios del envejecimiento activo

Adoptar un estilo de vida basado en los principios del envejecimiento activo puede traer múltiples beneficios tanto a nivel individual como social. Algunos de los más destacados incluyen:

  • Mejor salud física y mental: La actividad física y la estimulación cognitiva contribuyen a mantener el cuerpo y la mente en mejores condiciones, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas y el deterioro cognitivo.
  • Mayor independencia: Mantenerse activo permite que las personas mayores puedan realizar sus actividades diarias con mayor autonomía durante más tiempo.
  • Mejora en la calidad de vida: Las personas que participan activamente en la sociedad suelen sentirse más satisfechas con sus vidas, reduciendo el riesgo de aislamiento social.
  • Ahorro en costos sanitarios: La prevención de enfermedades y la promoción de la salud pueden reducir la necesidad de tratamientos costosos a largo plazo, lo que beneficia tanto al individuo como al sistema de salud.

¿Cómo fomentar el envejecimiento activo?

Fomentar el envejecimiento activo requiere de un enfoque integral que incluya tanto a la persona mayor como a la sociedad en general. Aquí algunos consejos prácticos:

  • Mantenerse físicamente activo: Caminar, practicar yoga o participar en clases de baile son actividades que pueden adaptarse a diferentes capacidades físicas.
  • Estar mentalmente estimulado: Leer, aprender nuevas habilidades o participar en juegos de mesa ayudan a mantener la mente en forma.
  • Participar en actividades sociales: Mantener el contacto con amigos, familiares o unirse a grupos comunitarios fomenta el sentido de pertenencia y reduce el aislamiento.
  • Tener una alimentación equilibrada: Una dieta rica en frutas, verduras y proteínas ayuda a prevenir enfermedades y mantener la energía.
  • Acceder a programas de apoyo: Muchos gobiernos y organizaciones ofrecen programas de formación y apoyo para personas mayores, ayudándolas a mantenerse activas y conectadas.

 

El envejecimiento activo nos invita a replantear la vejez como una etapa dinámica y productiva, en la que se puede seguir creciendo, aprendiendo y disfrutando de la vida. Es un enfoque que no solo beneficia a las personas mayores, sino también a la sociedad en su conjunto, ya que promueve una población más sana, más integrada y más feliz.

Si te interesa profundizar en el ámbito del envejecimiento activo y aprender cómo promover el bienestar de las personas mayores, te invitamos a conocer nuestro Grado Superior en Integración Social en CFI Reina Isabel. A través de esta formación, podrás adquirir las herramientas necesarias para fomentar la participación y la autonomía de diferentes colectivos, incluyendo personas mayores, y contribuir al desarrollo de una sociedad más inclusiva y solidaria.

×