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En el ámbito del cuidado de la imagen y la estética, el color de nuestra piel juega un papel muy importante. Mostrar un tono bronceado durante todo el año es un objetivo que mucha gente persigue aun estando en invierno. De ahí que muchos profesionales que se ocupan del cuidado estético se hayan especializado en los tratamientos y técnicas de bronceado. La especialización de estos profesionales hace que puedan recomendar para cada tipo de piel qué tratamiento resulta más oportuno, pero también qué tratamientos se deben descartar dependiendo del tipo de piel ya que las pieles claras han de evitar a toda costa la exposición al sol y a técnicas artificiales de bronceado.
En este sentido, no es de extrañar que diversos centros de cuidado estético incluyan dentro de sus servicios un centro de bronceado o también llamados solárium, ya que una parte del local se puede acondicionar para la utilización de estos aparatos y la aplicación de estas técnicas de bronceado. Son muchos los establecimientos que ofrecen estos servicios, pero confiar en los especialistas es la opción más adecuada.
Una de las épocas donde más se suelen demandar los servicios de solárium es durante la primavera porque de esta manera se va tomando color para la piel en verano. El bronceado por radiación se aplica a través de tubos radiadores en los que se da a quien quiere broncear su piel tanto rayos UV-A como UV-B, ya que la mezcla de estos rayos hacen que la piel se broncee pero además que el bronceado sea duradero.
El consejo de los expertos en el ámbito del bronceado a través de solárium es dejarse llevar por los consejos tanto de un dermatólogo especializado como de los especialistas técnicos de estos centros estéticos. Ellos cumplirán con los requisitos que se exigen en los diferentes centros, como la utilización de gafas especiales para la protección de los ojos, o incluso no exponerse a más de una sesión de solárium en el mismo día.

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