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En muchas ocasiones, en esta sección de nuestro blog digital, hemos tratado la importancia que tiene la higiene bucodental y la necesidad de contar con los consejos de higienistas dentales especializados para poder seguir unas pautas claras y adecuadas a la hora de mantener nuestra higiene dental. Ahora bien, pocas veces hemos tratado el papel que la lengua tiene en nuestra cavidad bucodental, haciéndola participe de nuestra higiene bucal.
Muchos pacientes al acudir a la clínica dental, suelen olvidar la importancia de la limpieza de la lengua, suele ser una de las grandes olvidadas cuando practicamos la limpieza bucodental. Lo que muchos pacientes no saben, y nosotros los higienistas dentales hemos de recordarles, es que la lengua suele ser un espacio de nuestra boca donde se almacenan gran cantidad de bacterias y gérmenes y en muchas ocasiones incluso es la culpable de nuestro mal aliento.
En primer lugar, para saber si se está realizando una limpieza adecuada de nuestra lengua cuando hablamos de higiene bucodental, debemos comprobar si la lengua tienen un tono rosado, o por el contrario tiene un tono blanquecino. Si nos encontramos ante esta última situación, seguramente la higiene bucodental sea deficiente.
Los consejos que podemos recibir del higienista dental, variarán dependiendo del caso, pero en general se nos podrá orientar para que utilicemos limpiadores linguales, los cuales son herramientas que están especialmente pensadas para limpiar la lengua. En ciertos casos, también se puede recomendar el uso del irrigador bucal, que en muchos casos elimina los restos de comida en general de nuestra boca, pero concretamente es muy útil para limpiar nuestra lengua.
Más allá de soluciones tan sofisticadas, se puede acudir a los métodos tradicionales para realizar una correcta limpieza lingual. En este sentido, podremos utilizar colutorio, que en muchas ocasiones completa nuestra limpieza bucodental, pero también nuestro cepillo dental sin ejercer presión en exceso y con movimientos suaves podrán ser de gran ayuda. Consultar el estado de nuestra boca, puede ser un gran acierto.

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