El calor también ha llegado a las guarderías, la semana pasada nos llegaban noticias sobre la ola de calor en los colegios. A estas alturas de curso es lógico que haga calor, pero no es tan normal que haga tanto calor, de ahí que muchos padres se preocupen por las condiciones en las que sus hijos estarán en los centros escolares. Ahora bien, la situación en las guarderías puede ser totalmente distinta, por la propia situación de estos centros.
En las guarderías, al tratarse de un centro educativo donde los niños tienen necesidades tan concretas, por ejemplo muchas más atención por parte de los educadores infantiles, se suelen tener menos niños. De ahí que el lugar donde se desarrollen las actividades de cuidado infantil, no tengan que ser tan grandes como en un colegio. En este sentido son muchas las guarderías que disponen de aire acondicionado en sus instalaciones.
Otra de las grandes ventajas de las guarderías, es que al ser grupo de niños más pequeños, se pueden hacer actividades recreativas en las que por ejemplo este presente el agua, con más facilidad. De esta manera es relativamente sencillo que se organicen jornadas de piscina, juegos al aire libre en los que esté presente el agua, etc. En estos casos, se puede pedir colaboración a los padres para que en un momento dado acudan como apoyo a los educadores.
Las necesidades de los niños en determinadas ocasiones suelen ser mayores que las de los adultos. Poder disponer de ciertas condiciones tanto en casa como en los centros educativos debe ser un máxima contemplable en los planes de estudios. De esta manera, ante la situación como la que vivimos esta semana con tanto calor, debería existir un plan alternativo para que los niños que aún están en la recta final del curso, no sufran las consecuencias de estas temperaturas extremas. Tanto padres como educadores infantiles han de preocuparse por el bienestar de los niños en todo momento y esto se consigue teniendo una conciencia de la realidad en la que se desarrollan los niños.