Es sabido por todos que automedicarse no debe ser una opción cuando estamos enfermos, es decir, dentro de nuestros hábitos a la hora de luchar contra una determinada dolencia no deberíamos automedicarnos puesto que de esta manera estaríamos utilizando determinadas sustancias que no sabemos cómo podrá reaccionar nuestro cuerpo ante ellas. Pero aún siendo así, una vez que nos familiarizamos con una cierta sustancia proveniente de un medicamento creemos que podemos acudir a ella en cualquier momento, sin embargo no somos conscientes del peligro que en realidad estamos corriendo. Todas estas ideas se relacionan de manera directa con las razones de por qué no podemos comprar antibióticos sin receta médica.

A la hora de entender de abordar este tema debemos saber que los antibióticos son sustancias que luchan contra infecciones, en este caso causadas por bacterias, mucho más serias que las infecciones causadas por virus. De esta manera, utilizar antibióticos no recetados por médicos puede conllevar hacia diversas consecuencias que ni tan si quiera somos conscientes. Una de estas se relaciona con la forma en la que nuestro cuerpo reaccionará ante esas sustancias, porque no en todos los casos nuestro organismo o el de otras personas responde igual. Pero además, otra razón se relaciona con la idea por todos conocida,  relacionada con la capacidad de adaptación de las bacterias ante ese antibiótico. Si se abusa de los antibióticos los podremos acabar inmunizando.

Así vemos que los profesionales farmacéuticos como conocedores de la capacidad de las sustancias antibióticas están en su deber de no dispensar antibióticos sin una receta médica, sin un estudio previo de por qué el paciente se encuentra en esa posición ni cómo se puede ayudar a su cuerpo a ayudar contra la enfermedad. No sólo se nos recetará exactamente el antibiótico más acorde a nuestra dolencia, sino además la dosis, en ocasiones tan importante por su relación con el peso, nuestra edad e incluso nuestros hábitos de vida.

×