La mesoterapia es un tratamiento médico y estético cada vez más popular en todo el mundo. Utilizado tanto por profesionales de la salud como por especialistas en estética, este procedimiento ha ganado reconocimiento por sus múltiples beneficios, especialmente en el ámbito de la belleza y el bienestar. A continuación, te explicamos en qué consiste la mesoterapia, cuáles son sus principales usos y qué resultados puedes esperar.

¿Qué es la mesoterapia?

La mesoterapia es una técnica que implica aplicar pequeñas cantidades de medicamentos, vitaminas, minerales o extractos naturales justo en la capa media de la piel, conocida como mesodermo. Para esto, se usan microinyecciones en las zonas específicas a tratar. Originalmente, fue desarrollada en 1952 por el médico francés Michel Pistor, y en aquel momento su principal fin era aliviar dolores crónicos. Con el tiempo, la mesoterapia ha evolucionado mucho, y hoy en día se usa también en el ámbito estético.

Las sustancias que se inyectan dependen mucho de lo que cada paciente necesite y de la zona que se está tratando. Los componentes suelen incluir antioxidantes, ácido hialurónico, aminoácidos y otros ingredientes que ayudan a regenerar las células y estimulan la producción de colágeno.

¿Para qué se usa la mesoterapia?

  1. Rejuvenecimiento facial
    Uno de los usos más comunes de la mesoterapia es para mejorar la piel del rostro. Estas microinyecciones tienen la capacidad de hidratar y revitalizar la piel, aportando tonificación y combatiendo algunos signos de la edad como arrugas finas, pérdida de firmeza y flacidez. Los beneficios del ácido hialurónico y las vitaminas dejan la piel visiblemente más luminosa y con un aspecto rejuvenecido.
  2. Tratamiento de la celulitis
    Otra gran ventaja de la mesoterapia es que ayuda a reducir la celulitis. Al inyectar compuestos que favorecen la circulación y ayudan a disolver depósitos de grasa, este tratamiento puede mejorar notablemente el aspecto de la conocida “piel de naranja”. Aunque no es una solución definitiva, sí es un buen complemento para mejorar la apariencia junto con otros cuidados como el ejercicio y una dieta saludable.
  3. Pérdida de grasa localizada
    Si lo que se busca es reducir grasa en zonas específicas como el abdomen, los muslos o los brazos, la mesoterapia puede ser una opción menos invasiva comparada con la liposucción. Las inyecciones se encargan de disolver la grasa subcutánea, que el cuerpo luego elimina de forma natural. Sin embargo, es clave recordar que la mesoterapia no es un tratamiento para bajar de peso, sino para áreas de grasa localizada.
  4. Tratamiento capilar
    En el campo de la salud capilar, la mesoterapia se ha vuelto bastante popular para tratar la caída del cabello. Al aplicar vitaminas y minerales directamente en el cuero cabelludo, se activa la circulación sanguínea en esa área, favoreciendo así el crecimiento de nuevo cabello. Este tratamiento es especialmente efectivo en personas que padecen alopecia o pérdida de densidad capilar.

¿Cómo se realiza la mesoterapia?

El proceso es sencillo y rápido. Primero, el especialista evalúa las necesidades de la persona y elige la mezcla de sustancias adecuada. Luego, se aplica una crema anestésica en el área para hacer el procedimiento más cómodo. Utilizando agujas muy finas, se hacen pequeñas inyecciones directamente en la piel, introduciendo las sustancias deseadas.

Cada sesión dura entre 20 y 40 minutos y, para lograr buenos resultados, suelen ser necesarias varias sesiones. En promedio, se recomiendan de 4 a 10 sesiones, espaciadas en intervalos de una o dos semanas.

¿Es seguro este tratamiento?

La mesoterapia es considerada bastante segura siempre y cuando la realice un profesional cualificado. Como cualquier tratamiento médico, existen posibles efectos secundarios. Estos pueden incluir enrojecimiento, inflamación o pequeños moretones en las zonas tratadas, aunque suelen desaparecer en pocos días.

Es esencial acudir a una clínica confiable y con experiencia para asegurar que el tratamiento se realiza cumpliendo todas las normas sanitarias, evitando así complicaciones como infecciones o reacciones alérgicas a los componentes utilizados.

Beneficios de la mesoterapia

  • Tratamiento a medida: Las sustancias que se utilizan se personalizan según las necesidades específicas de cada persona.
  • Menor invasividad: Comparado con una cirugía, la mesoterapia no requiere largos periodos de recuperación.
  • Resultados rápidos: Muchas personas notan cambios visibles desde las primeras sesiones.

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