Un gran número de dietas tienen como objetivo la pérdida de peso o el mantenimiento de un determinado peso. En estos casos mucha gente señala los frutos secos como auténticos enemigos de las dietas, pero ¿realmente son perjudiciales para llevar una dieta equilibrada? Los profesionales especializados en el ámbito de la nutrición y la dietética, conocen las inconveniencias de estos alimentos, pero también sus beneficios.
Hay quienes hablan de los frutos secos como los “super alimentos” que han de estar presentes en cualquier dieta, ahora bien, los expertos en dietética destacan la importancia de comer los frutos secos totalmente crudos y sin condimentar, porque si se ingiriesen de cualquier otra forma, estaríamos en realidad aumentando su aporte calórico, en muchas ocasiones perjudicialmente para nuestro organismo. Asimismo, se desaconseja el ingerir ciertos frutos secos, como las castañas o las pipas de girasol, por su contenido calórico principalmente.
Muchas personas asocian la ingesta de frutos secos al hecho de picar entre horas, pero lo cierto es que la presencia de los frutos secos en nuestra dieta nos aporta beneficios como el hecho de reducir el colesterol de manera natural, o incluso aportarnos colesterol del que se denomina como “bueno”. Así lo apuntan los expertos, puesto que con los frutos secos podemos prevenir posibles ataques al corazón, al tener nuestro organismo más sano y libre de colesterol. Más allá del colesterol, los frutos secos nos ayudan a reducir la posibilidad de sufrir enfermedades degenerativas. Pero también aportan un gran número de nutrientes, como el potasio, calcio o hierro.
Los expertos en nutrición suelen recomendar principalmente los frutos secos como las nueces, las almendras, los pistachos y las avellanas. Todos ellos frutos secos comunes, pero cada uno de ellos con unas características comunes muy valoradas, en muchos países se les denomina a los frutos secos “el alimento de los estudiantes”, el aporte de estos alimentos es tan grande que ayuda a quienes se encuentran en etapas de gran estrés intelectual para darles la suficiente fuerza y resistencia a la hora de afrontar los largos períodos de estudio.