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Aunque hayamos pasado la etapa en la que los dientes se nos movían y por tanto perdíamos algunas piezas dentales, siendo adultos también podemos notar que se nos muevan los dietes. Sin duda se trata de una señal de alerta, porque algo no va bien en nuestra cavidad bucal. Resulta bastante usual que determinados higienistas dentales se encuentren ante estas cuestiones cuando van a proceder a una limpieza dental de sus pacientes, por eso, la primera cuestión es por qué ocurre esto.

¿Por qué se mueven los dientes cuando somos adultos?

  • Periodontitis, muy relacionada con la gingivitis. Cuando la periodontitis afecta al hueso de nuestra mandíbula, puede provocar que nuestro diente se mueva. El primer indicio de que esto puede llegar a pasar es la gingivitis, esa inflamación que sufrimos en la encía y su sangrado. Los higienistas dentales recomiendan en estos casos acudir al especialista dental y por supuesto continuar con una rutina de higiene dental estricta y frecuente.
  • Traumatismos, es una cuestión lógica puesto que, si sufrimos un golpe, cabe esperar que un diente o varios puedan moverse. Este tipo de lesiones también se han de controlar, porque pueden acarrear la pérdida del diente.
  • El paso del tiempo, el tiempo siempre actúa en nuestra contra, por lo que en determinados momentos podemos notar que nuestros dientes se descolocan y pierden un poco de su fijación usual. Es importante que tratemos esta cuestión con un especialista porque él nos indicará qué hacer.
  • Apretar los dientes o bruxismo. Hace unas semanas os hablábamos del bruximos, pues bien, apretar los dientes en exceso puede provocar tal tensión en nuestra mandíbula que algunos dientes podrán no soportar esa fuerza y acabará moviéndose.

En todo caso, que un diente se nos mueva puede ser síntoma de una cuestión más importante, por lo que estar atentos al estado de nuestra boca puede ser clave a la hora de conseguir que nuestra salud dental sea la más oportuna y completa.

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