Diversas investigaciones han demostrado que tan solo una hora de inglés al día, o de cualquier otro idioma que no sea el materno con los niños hace que estos adquieran las capacidades lingüísticas necesarias para hablar en un futuro con fluidez esa lengua. Se trata de una gran noticia, porque hasta el momento muchos padres optaban por dar una educación bilingüe a sus hijos y sin embargo a través de estos estudios podemos ver que esto no es tan necesario como cabía esperar.
Impartir y aprender inglés en etapas infantiles es uno de los grandes atractivos que muchos centros educativos infantiles ofertan dentro de sus actividades. Los niños aprenden muy rápido en estas etapas, porque su cerebro es prácticamente como una esponja y aprenden por imitación, por lo que tener a los más pequeños en continuo contacto con idiomas poco usuales o que no se hablen en casa es todo un acierto.
Tan solo una hora de clase de inglés al día puede suponer que si invertimos más horas en el aprendizaje de ese idioma cuando los niños se encuentran en etapas infantiles podremos conseguir grandes resultados y al menos una facilidad mayor para que nuestros hijos en un futuro dominen otros idiomas sin dificultades.
Aprender inglés en etapas infantiles
Quizás algunos de vosotros tengáis en mente a un profesor dando clases de presente simple o perfecto a nuestros niños, pero, sin embargo, hay maneras mucho más didácticas de aprender inglés:
- Con canciones: la melodía y la combinación de esta con la letra en inglés ayuda a que los pequeños interioricen palabras y expresiones que entienden conectadas a ideas.
- Con juegos: con fichas de aprendizaje, con dibujos, a través de pequeñas adivinanzas, las posibilidades a la hora de aprender jugando son prácticamente infinitas y sin duda los niños asimilarán toda la información.
- Dibujos animados: Se trata de un clásico, esta estrategia didáctica se puede usar tanto en el aula infantil como en casa. Los niños asimilarán todo aquello que sus personajes favoritos les quieran contar.