Seguro que muchos de vosotros habéis reparado en alguna ocasión en lo que todos conocemos como la Pirámide de la Alimentación Saludable. En muchas casas está presente como un imán en la nevera y los pequeños de la casa la pueden reconocer fácilmente porque la han trabajado en el colegio. Es una excelente manera de tener en cuenta cuáles deben ser los alimentos que han de estar más presentes en nuestra dieta para poder considerarla como saludable.
Muchos expertos en dietética hacen que muchos de sus consejos giren en torno a esta Pirámide de la Alimentación Saludable ya que es un instrumento muy útil y fácil de recordar para los usuarios de sus clínicas de alimentación. Esta pirámide de la alimentación nos muestra las cantidades del total que deberíamos ingerir recomendándonos además mantener una actividad física diaria siempre y cuando sea posible.
De esta manera, en la base de la Pirámide de la Alimentación Saludable, encontramos cereales, patatas, legumbres y pan. Todos ellos han de estar presentes y se deberán modular en base al rendimiento energético que tengamos ese día. En el siguiente escalón aparecen las frutas y verduras, complementadas con aceite de oliva, es lógico que siempre estén presentes y que acompañen a esos cereales y legumbres del escalón anterior. Casi llegando a la cúspide encontramos la carne y el pescado, su consumo debe ser moderados y no debería superar los cuatro día a la semana. Y cómo excepciones encontramos las bebidas alcohólicas y los dulces y bollería.
Siguiendo estas pautas, será mucho más sencillo mantener el peso controlado, a la par que encontrarnos sanos y en forma, porque por ejemplo huir de los cereales por su aporte de carbohidratos es un error al no tener nuestro cuerpo la energía suficiente. Todos los alimentos son buenos, pero en su justa medida y por supuesto siempre se debe huir de la comida rápida y aquella que tenga un gran contenido de grasas.
