En un contexto social en el que se están perdiendo las raíces de la dieta mediterránea y se sustituyen las recetas caseras y las costumbres familiares por platos precocinados o visitar al bar, cada vez son más los niños que tienen problemas de sobre peso y desarrollan trastornos alimentarios.

La cantidad de menores de edad cuyo peso es superior al que marcan los estándares médicos crece a una velocidad alarmante. Tal es la preocupación que ya hay gobiernos como el de Andalucía que han prohibido la venta de productos hipercalóricos en colegios y en todos los centros educativos, obligando a las cafeterías, kioscos y máquinas de vending a sustituir los refrescos azucarados y cualquier snack que supere las 200 calorías por fruta fresca, zumos naturales y alimentos del día. 

El problema del sobre peso es que cuando se desarrolla a edades tan tempranas los niños multiplican el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la obesidad como la diabetes, patologías cardiovasculares o sedentarismo y problemas de movilidad. Por si fuese poco, la obesidad infantil es un factor que en la adolescencia puede derivar en problemas alimentarios y trastornos como la bulimia o la anorexia. 

Por este motivo, si te gusta todo lo relacionado con la alimentación y la forma física, trabajar como técnico superior de dietética te permitirá aprender a configurar dietas específicas para cada tipo de persona, la especialización y el estudio de cada nutriente y su efecto en nuestro organismo, así como la educación de los pacientes en una nueva vida de hábitos saludables, bienestar y equilibrio. 

Los más pequeños no tienen la capacidad de autocontrolarse y tomar decisiones a largo plazo sobre su alimentación y su salud, por lo que necesitan a personas que hayan estudiado cursos formativos de grado superior en dietética para aprender a comer de forma adecuada, siguiendo unas pautas responsables, pero sin convertir tampoco la hora de la comida en un evento aburrido que genere malestar entre los más pequeños.

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