Muchos de vosotros, cuando se habla de higiene bucodental, os imagináis una buena limpieza de nuestras piezas dentales, es decir, de nuestros dientes. Pero ¿dónde queda el cuidado de nuestras encías? Se trata de una de las partes blandas de nuestra boca que en muchas ocasiones se obvia, pero en realidad se trata de una parte muy importante de nuestra cavidad bucal.
Los especialistas en higiene bucodental saben perfectamente que las encías son las mejores aliadas a la hora de controlar determinadas afecciones y además son quienes dan la voz de alarma en caso de que se considere que puede haber un determinado problema con nuestros dientes. Las enfermedades en las encías deben ser tratadas con rapidez, porque además de poder complicarse con relativa facilidad, son cuestiones muy molestas e incluso aparatosas (si tenemos por ejemplo encías sangrantes).

El equilibrio bacteriano y las encías

Cuando se altera el equilibrio de las bacterias que tenemos en nuestra boca, podemos acumular suciedad y placa bacteriana en exceso en nuestra boca. De esta manera, no es de extrañar que nuestras encías se inflamen e incluso en determinados casos sangren con facilidad.
Una de las enfermedades o alteraciones de nuestra boca más comunes es la gingivitis, en este caso lo que ocurre principalmente es que nuestra encía se inflama y si no se le presta la suficiente atención esta inflamación puede llegar a convertirse en irreversible. El mayor peligro de la gingivitis es que se desarrolle hasta convertirse en una cuestión más seria como sería la periodontitis.
De esta manera, vemos que atender al estado de nuestras encías es una cuestión muy importante. Si cuando nos lavamos los dientes, nuestra encía sangra en abundancia y cualquier roce de comida o con el cepillo dental es demasiado molesto, debemos consultar a los expertos en higiene dental, porque ellos mejor que nadie sabrán cómo actuar y qué recomendaciones deberemos seguir. Las encías rojas e inflamadas son solo el primer paso de una enfermedad dental mayor, no las obvies.

×