En el ámbito del marketing digital como en cualquier técnica o ciencia existen una serie de tecnicismos. Uno de ellos es la identidad digital ya que quienes no se dedican de manera habitual al mundo digital, por lo general, no saben dar una definición concreta de lo que es la identidad digital. En el ámbito de las nuevas tecnologías la identidad digital también recibe el nombre de identidad 2.0, podemos entender que la identidad digital es aquella percepción que los demás tienen sobre nosotros en la red, es decir, es aquello que nosotros mostramos en la red y lo que la red cuenta sobre nosotros.

El hecho de que la red sea la que cuenta qué somos es algo controvertido, porque de alguna manera, la identidad digital de muchos usuarios no está definida a priori, es más, en ciertos momentos esta identidad puede verse modificada y puede cambiar con el paso del tiempo y con las diferentes interacciones que nosotros mismos tengamos en la red. En este sentido, las acciones pero también las omisiones inciden en lo que nosotros somos en la red, ya que cualquier dato que mostremos sean imágenes, pensamientos o estados, será tan concluyente como el hecho de que los ocultemos.

En cierto modo Internet está presente en nuestro día a día, por lo que todos dejamos rastro en internet aunque queramos evitarlo siempre dejamos una parte de nosotros en la red, de ahí que nuestra identidad digital se vaya conformando con cada una de las interacciones que con otros usuarios a través de internet y con todo lo que nosotros mismos mostramos. Esta preocupación por saber qué saben los demás sobre nosotros es una de las razones por las que una técnica de marketing digital tan importante como es el ORM (Online Reputation Management) esté en auge. Son muchas las personas y empresas que quieren controlar esa reputación y poder mostrarla de la manera más adecuada para su perfil profesional, por ejemplo. Conocer los pormenores del ORM se está convirtiendo en una exigencia para los profesionales del marketing digital.

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