Los superalimentos son tendencia, son muchos los que ya podemos encontrar en tiendas y supermercados. Hace unas semanas hablábamos de algunas semillas, como el lino o la linaza que se habían comenzado a considerar superalimentos, pues bien, además de la quínoa, el lino o la espelta, llega a nosotros otro gran superalimento, la espirulina.
¿Has oído hablar de la espirulina?
Como decimos, la espirulina es uno de los nuevos superalimentos. Seguramente has escuchado hablar de esta cianobacteria. Pero ¿qué beneficios nos aporta la espirulina cuando la incluimos en nuestra dieta? La espirulina es un alimento con un alto contenido de proteínas digeribles y mucho más sano que la propia carne de vacuno. Además, la espirulina contiene una gran cantidad de elementos nutritivos como el hierro, vitaminas de tipo B, ácidos nucleicos y grasos esenciales e incluso clorofila (una de las razones por las que tiene se color verde tan característico).
Son muchas las personas que han incorporado la espirulina en su dieta como complemento cuando tienen ciertas carencias de proteínas. Pero debemos de tener claro que los expertos en dietética y nutrición no consideran que la espirulina como superalimento pueda conseguir que una mala dieta se convierta en una buena dieta, la espirulina como complemento tiene que ir acompañando a unos hábitos dietéticos saludables para que tenga el efecto esperado.
En casos de anemia o agotamiento la espirulina se puede utilizar porque en estas situaciones ayuda a recuperar vitalidad y energía e incluso viene bien para desintoxicar el organismo, por lo que no nos extraña encontrar este superalimento en ciertos procesos de las dietas détox.
Ciertos expertos en dietética y nutrición utilizan la espirulina en dietas especialmente pensadas para gente obesa o con diabetes debido a sus innumerables beneficios. Tantas ventajas tiene el consumo de espirulina que incluso se ha incorporado en la dieta de ciertos atletas de élite o se ha utilizado en proyectos de la NASA como aporte en la nutrición de los astronautas.
