La escucha activa y sus beneficios es una realidad que está cada vez más presente en nuestro día a día, sobre en lo que se refiere a temas relacionados con la educación de los niños en edades muy tempranas, pero ¿sabemos realmente en qué consiste la escucha activa y quienes deben tenerla en cuenta?
El método educativo y de aprendizaje a través de la escucha activa se viene implantando desde hace muchos años, sin embargo ha sido en estos momentos cuando se han descubierto sus verdaderos beneficios, tanto para los niños como para los adultos que rodean a los más pequeños.
A través de la escucha activa se pretenden reforzar los vínculos emocionales y de confianza, puesto que se potencia la capacidad de estos de comunicarse y expresar tanto sus sentimientos y emociones como experiencias. Quizás pensemos que la escucha activa solo conlleva que los niños puedan contar su día a día y sus problemas, que al fin y al cabo siendo niños, no tienen una gran transcendencia. Sin embargo, si se consigue que esos niños en un momento dado consigan transmitir también sus emociones el día de mañana siendo adolescentes y adultos, estaremos educando a personas con una auto-capacidad de equilibrio mucho mayor al poder canalizar y expresar sus emociones.
De esta manera, en la escucha activa lo que se potencia es precisamente el conseguir que los niños se puedan comunicar sin ningún tipo de problema. Se hace especial hincapié en el hecho de que los padres y los educadores se tomen un momento para poder escuchar y es más, que se pongan a su altura para conseguir de verdad qué les quieren transmitir. Obviamente en el caso de los educadores estas dinámicas se podrán hacer en grupo, mientras que en el caso de los padres estas dinámicas se deberán hacer al llegar a casa. Cuando hablamos de ponerse a su altura, nos referimos al sentido literal, puesto que se considera esencial que los niños puedan mirar a los ojos al adulto cuando se comunican con él y no desde abajo, como suelen ver el mundo.