Dentro del desarrollo infantil de los bebes y niños en edades tempranas, encontramos que el desarrollo de la personalidad es uno de los procesos más importantes de su propio crecimiento. De ahí que resulte interesante resaltar el hecho de que el desarrollo de la personalidad de una etapa de la vida en la que cada individuo como persona establece las bases de lo que será su carácter y sus rasgos de comportamiento. En este proceso, encontramos que la persona adquiere los valores más básicos y dentro de estos encontramos un rasgo de la personalidad, el apego.
Dentro del ámbito de los educadores infantiles, se denomina apego a aquel vínculo que se desarrolla desde el niño hasta aquella persona que críe y ayude a crecer a ese niño, este vínculo se dice que prevalece incluso por encima de cualquier otra necesidad, incluso biológica. De esta manera, en el desarrollo de la personalidad influirá mucho esa figura principal en la vida del niño (sea la madre, el padre, o un cuidador) porque en base a esta, se concretará la personalidad de ese niño.
Cuando hablamos del desarrollo de la personalidad, pensamos cómo una persona se relacionará con otros, con sus conocidos, amigos y familia. Pero al hablar de la personalidad, debemos entender que también se trata de la manera que una persona tiene de entenderse a sí misma. Por tanto, en esta misma forma de entender las propias reacciones de uno mismo y las propias emociones, interviene el apego, el apego recibido por aquella persona que tenemos como referente en nuestro desarrollo infantil.
Se debe puntualizar, que dentro de la formación del apego, se observan varias fases dependiendo de la edad del niño,  porque a los 6 meses los bebes ya pueden comenzar a diferenciar quien es conocido y desconocido, incluso a los 8  meses se pude ver que el bebé rechaza a aquellos que no conoce. Y es a partir de los 2 años, cuando el niño comienza a desarrollar su dependencia del adulto.

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