Cuando pensamos en ir a la farmacia o a la parafarmacia, a todos se nos viene a la cabeza la idea de acudir con receta en mano para reclamar diversos medicamentos recetados por nuestro médico. Sin embargo, en las farmacias podemos encontrar el consejo experto de los profesionales en farmacia y parafarmacia, para ayudarnos con problemas cotidianos. Hace unas semanas hablábamos de los herpes labiales, de la protección solar, pero también cuestiones como los problemas con los gases intestinales puede tener una fácil solución gracias al consejo farmacéutico.
Los gases no son un problema de salud en sí mismos, pero lo cierto es que pueden llegar a ser realmente molestos. Las personas que sufren problemas con los gases intestinales suelen sentirse hinchadas y pueden incluso sentir retortijones en el vientre. Las causas de este problema pueden ser muchas, desde la alimentación que llevemos, hasta los problemas de ansiedad.
Por suerte, en las farmacias podemos recibir consejo experto, porque quienes están detrás del mostrador suelen haber elegido especialmente los productos que en su establecimiento se venden. De esta manera, conocen a la perfección la utilidad de cada producto y las posibles contraindicaciones de estos productos.
Destacan en el ámbito farmacéutico, productos especialmente pensados para evitar la aparición de gases. Pueden ser cápsulas con complejos activos naturales u otros medicamentos que procuran aliviar la hinchazón abdominal. La gran ventaja de adquirir este tipo de medicamentos en la farmacia, es que podemos seguir las recomendaciones que nos dé el experto en farmacia que nos atienda. Generalmente, serán resueltas cuestiones como la frecuencia en la que debemos tomar los medicamentos o en qué momentos y ante qué síntomas se estima oportuno que los tomemos.
Gracias a la completa formación de aquellos que se ponen tras un mostrador en las farmacias y parafarmacias, podemos confiar en que nuestras necesidades de salud estarán cubiertas. El consejo farmacéutico viene teniendo casi siglos de antigüedad, por lo que no es de extrañar que se siga teniendo en cuenta incluso para cuestiones tan concretas como los gases intestinales.