Seleccionar página

La compatibilidad entre grupos sanguíneos supone ventajas de gran magnitud para la salud.
Que un grupo sanguíneo sea compatible con otro da lugar a un procedimiento tan beneficioso como es la transfusión de sangre, ante casos muy críticos en los que tan solo encontrar a una persona donante, que sea compatible con otra receptora, puede causar que esta última salve su vida.
En este post te explicamos lo que debes saber sobre la compatibilidad entre grupos sanguíneos, para que resuelvas tus dudas más importantes relacionadas con esta avenencia.

¿Qué son los grupos sanguíneos?

Se conocen como grupos sanguíneos aquellos sistemas de clasificación de sangre, cuya ordenación se establece en base a las características presentadas en la superficie de los glóbulos rojos, así como en el suero de la propia sangre.
Para determinar la clasificación de los distintos grupos sanguíneos, entre los cuales más adelante se pueda definir si existe o no compatibilidad, se recurre a una serie de moléculas que se encuentran en los glóbulos rojos, denominadas antígenos.
Estos antígenos son distintos en cada grupo sanguíneo, por lo que se trata de las moléculas que van a permitir la compatibilidad sanguínea entre personas donantes y receptoras, para poder llevar a cabo una transfusión de sangre.
Son más de trescientos los antígenos que pueden encontrarse en la superficie de los glóbulos rojos, y dependiendo de su presencia o ausencia, se van detectando los diferentes grupos sanguíneos.
Como puedes suponer, conocer esta información es imprescindible entre el personal médico y de enfermería, así como también es de gran interés para otros perfiles sanitarios como los que aplican los cuidados auxiliares de enfermería.

¿Para qué sirven los antígenos?

La función de los antígenos es que el cuerpo humano pueda producir una respuesta inmunitaria contra estos.
Incluyen: sustancias químicas, virus, toxinas, bacterias y demás sustancias externas al cuerpo.
Ante una transfusión sanguínea, los antígenos tienen el fin de estimular la creación de anticuerpos, en aquellos casos en los que estas moléculas detectan que la sangre transferida no dispone del mismo antígeno que la del propio cuerpo.
Gracias a esta determinación es posible averiguar cuál es la compatibilidad adecuada entre grupos sanguíneos, a la hora de saber de quién a quién es posible realizar una transfusión de sangre, así como entre quienes sería inviable.

¿Cuáles son los grupos sanguíneos?

Los dos grupos sanguíneos más importantes son el sistema ABO y el factor Rh.
Dentro del sistema ABO, la sangre es clasificada en cuatro grupos: A, B, AB y O (sin antígenos). Según las proteínas o antígenos que cada uno de estos grupos contenga, se estipula su diferenciación con los demás grupos sanguíneos.
Por su parte, el factor Rh se corresponde con una proteína heredada que se encuentra integrada en la superficie de los glóbulos rojos. En caso de estar presente dicha proteína, se determina el grupo sanguíneo como Rh positivo y, si se carece de esta, el grupo es Rh negativo, (independientemente del tipo de sangre del que se disponga, dentro de los grupos anteriormente mencionados, “A, B, AB u O”).

¿Cuál es la compatibilidad entre grupos sanguíneos?

Atendiendo a las nociones explicadas, la clasificación que se establece para reglamentar la compatibilidad entre grupos sanguíneos, queda fijada en el siguiente cuadro, donde “AB+” es receptor universal y “O-” donante universal:

Grupo sanguíneo Dona a: Recibe de:
A+ A+ AB+ O+ O- A+ A-
A- A+ AB+ A- AB- O- A-
B+ B+ AB+ O+ O- B+ B-
B- B+ B- AB+ AB- O- B-
AB+ AB+ Todos
AB- AB+ AB- AB- A- B- O-
O+ A+ B+ AB+ O+ O+ O-
O- Todos O-
×