Controlar la tensión arterial es una de las medidas que nos aportan información sobre nuestra salud, como parte de nuestros exámenes rutinarios, aunque en ocasiones es necesario tomarla de urgencia.

Evitar enfermedades cardiovasculares o los factores de riesgo que puedan desembocar en estas, como la hipertensión, es posible, en gran medida, gracias a las tomas de tensión.

Pero, ¿en qué brazo se mide la tensión? Lo primero de todo: no debes confundir tensión arterial o presión sanguínea con presión arterial, porque ambos términos se utilizan frecuentemente como similitud sin que así sea.

Por ello, vamos a explicarte todo lo que debes saber para medir la tensión arterial adecuadamente, y en qué se diferencia de la presión arterial.

Diferencia entre presión y tensión arterial

La tensión arterial es la presión ejercida por los vasos sanguíneos sobre la propia sangre que circula por el cuerpo, mientras que la presión arterial es la fuerza que desprende la sangre contra la pared de las arterias.

Has de saber que la presión arterial también se puede medir. Esta es imprescindible para que la sangre circule por los vasos sanguíneos, aportando a los órganos corporales oxígeno y los nutrientes que necesitan.

¿La tensión se mide en el brazo derecho o izquierdo?

El personal especialista admite que la tensión arterial puede tomarse en cualquier brazo. No obstante, especifican que siempre se realice en el mismo.

Al margen de ello, científicamente, es recomendable medirla en ambos brazos rutinariamente, puesto que, si se aprecian grandes diferencias de un brazo a otro, podría ser indicativo de padecer una enfermedad vascular.

¿Cómo se toma la tensión correctamente?

Para tomar la tensión, el brazo dominante, (o de referencia), ha de apoyarse a la altura del corazón, con la mano relajada. Este será aquel en el que la TA sea la más alta; así se tendrá siempre el mismo brazo como referencia.

Una adecuada toma de tensión implica que la persona a la que se le vaya a tomar haya reposado, al menos, cinco minutos previamente. Esto supone que no tenga ninguna prisa y se encuentre en pleno relax para realizar la medición.

Otro aspecto que influye en una buena toma de la tensión arterial es, evidentemente, no haber consumido bebidas excitantes con anterioridad, como té o café. Tampoco se ha de fumar treinta minutos antes.

Manguito y tensiómetro

El manguito que envuelve el brazo para tomar la tensión, además, tiene que estar en pleno contacto con la piel. Por tanto, la persona se debe remangar su ropa, si no lleva manga corta. En ningún caso debe remangar varias prendas a la vez, (si hace frío), ante ello, mejor quitarlas, porque de lo contrario podría suponer una constricción de la zona del brazo.

Para colocar el manguito, adaptándolo al diámetro del brazo de referencia, se facilita un gráfico explicativo en cada aparato de medición de tensión. Una vez puesto, tan solo hay que pulsar el botón que conecta el tensiómetro.

Un último apunte, no menos importante para el/la paciente, es no hablar durante el acto de medición, porque si no, se pueden alterar los valores marcados mientras se infla el manguito. Y, por cierto, no se redondean cifras; el resultado es el que es.

En las personas adultas, la presión arterial normal es menos de 120 sobre 80 milímetros de mercurio: 120/80 mm Hg.

¿Se puede tomar la tensión tumbado?

Tomar la tensión ha de realizarse con el individuo sentado y nunca estirado. La espalda debe estar bien apoyada en el respaldo de una silla.

En cuanto a las extremidades, las piernas deben tocar el suelo, nunca cruzadas, y el brazo de referencia en posición relajada, de modo que la mano también quede en estado de descanso, sin dar lugar a apretarla.

¿Cómo medir la presión arterial sin aparatos?

Si quieres prescindir del tensiómetro, para medir tu tensión, no es recomendable. No obstante, es posible que no dispongas de este aparato y no tengas más remedio que hacértelo de forma manual.

En ese caso, tendrás que recurrir a tu tacto y pulso. De igual manera, esta alternativa requiere que te encuentres en estado tranquilo y relajado.

Una vez sitúes sobre tu muñeca tus dedos: índice y anular, intenta notar tu pulso de un modo claro, notando los latidos del corazón. ¡Ojo!, nunca uses el dedo pulgar, pueste este tiene su propio pulso, por lo que podría confundirte.

Mantén la calma y concéntrate, porque poco a poco localizarás tus latidos palpando. Cuéntalos durante 30 segundos y multiplica la cifra que obtengas por dos.

El número obtenido sería la estimación de tu presión arterial sistólica (presión máxima, medida durante los latidos del corazón). Pero el método no te dará información sobre la presión diastólica (presión mínima, medida durante el descanso entre dos latidos).

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