Los berrinches infantiles son la pesadilla de los padres y de los educadores infantiles. Cuando un niño tiene una rabieta puede ser un bucle de llantos y quejas sin final. Pero ¿por qué tienen los niños rabietas y sin embargo los adultos ya no experimentamos esas sensaciones? ¿De dónde vienen esas ganas de llorar incontroladas que tienen los niños de tanto en tanto? Las causas de las rabietas son muy diversas y es importante conocer sus causas para poder atajarlas en un momento dado, e incluso estar atentos a las señales para poder evitarlas.
Causas de los berrinches infantiles
- Hambre, los niños han de tener sus necesidades básicas cubierta, por lo que en muchas ocasiones, el hecho de tener hambre es motivo para que se sientan mal y lloren. Es común esta reacción desde el punto de vista de que los niños en ocasiones no pueden expresarnos sus necesidades de otra manera, acuden al llanto para alertarnos de que ocurre algo.
- Cansancio y sueño, el cansancio en muchas ocasiones se externaliza a través de rabietas porque el agotamiento hace que se sientan inestables e irritables. En esos momentos es complicado dialogar con ellos porque el cansancio bloquea parte de su entendimiento.
- Frustración, aunque pueda raro, cuando los niños comienzan a desarrollar sus capacidades intentan potenciarlas al máximo y conseguir una serie de objetivos. En este caso hay momentos en los que se pueden frustrar y por tanto recurrir al llanto para manifestar ese agobio.
- Poca libertad, los niños sobre protegidos o poco independientes, en ciertos momentos pueden manifestar esa falta de libertad a través de berrinches. Ahora bien, los niños que también son muy independientes puede pueden sentir que les cortamos las alas cuando les ordenamos algo, la firmeza puede chocar contra su carácter.
Como decimos, las rabietas tienen una serie de causas, que vienen dadas por las circunstancias de los niños o por su propia personalidad. Entender las señales puede ser importante para evitar que los niños acaben llorando desconsolados.