Una de los primeros pasos para conseguir cuidar de nuestra salud bucodental, es prestar atención a nuestra higiene dental, es decir, apostar en la prevención. Cuando los higienistas dentales se disponen a dar consejos sobre cuál es el método más efectivo para cuidar nuestra higiene dental, lo tienen claro, porque mantener a raya la placa y utilizar tanto el cepillo dental, como la seda dental son la mejor manera de evitar posibles enfermedades bucodentales, es decir, prevenir antes que lamentar.
En general, no se le presta tanta atención a nuestra dentadura como deberíamos. Nos dejamos llevar por otros detalles, como nuestra figura o nuestra apariencia física, pero no somos conscientes de la importancia que tienen nuestros dientes y por tanto tiene nuestro cuidado bucodental. Prevenir es la manera más natural para evitar enfermedades y problemas dentales.
Por ejemplo, cuando se piensa en la dieta, se piensa en qué efectos tendrá sobre nuestro cuerpo, si es demasiado grasa y si tendrá consecuencias negativas en nuestra imagen corporal. Sin embargo muy poca gente se pregunta si la dieta que llevamos afecta negativamente a nuestra dentadura, porque en muchas ocasiones se desconoce que la ingesta excesiva de azúcares o el consumo de bebidas como el café o el té, puede dañar el aspecto de nuestra sonrisa.
Al hablar de prevención debemos hablar de los “planes de prevención de higiene dental”, seguro que consultando en tu clínica de higiene bucodental, te pueden asesorar sobre estos planes. En muchas ocasiones las propias clínicas dentales los ofrecen, porque entre otras cosas enseñan a los pacientes cómo se deben lavar los dientes y qué rutinas han de seguir para prevenir enfermedades dentales. Además, en estos planes de prevención se pueden recibir consejos sobre qué colutorios o enjuagues bucales van mejor con nuestra dentadura, ya que en ocasiones la morfología de nuestros dientes no responde de la misma manera ante enjuagues bucales agresivos y se pueden producir desequilibrios dentro de la propia flora bucodental o consecuencias negativas para nuestras piezas dentales.