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La igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo es un factor por el que a día de hoy se sigue luchando. La Unión Europea contempla el principio de retribución igual para ambos sexos, desde 1.957. Sin embargo, diferentes estudios publicados no muestran que dicho principio se lleve a cabo.
Según el Informe S=HE: ¿Igualdad de oportunidades? Desarrollo profesional de hombres y mujeres en España, elaborado por Infoempleo y el Centro de Investigación de Familia y Trabajo de IESE, el 42% de profesionales en activo consideran que la discriminación salarial entre hombres y mujeres es un hecho latente. De igual manera, La Oficina Europea de Estadística (Eurostat), alude a esta situación de desigualdad, estimando una brecha salarial del 14,9%, aunque la cifra ha descendido un 3,2% en los últimos doce años.
Expertos/as determinan que para afianzar la igualdad entre mujeres y hombres, en el área de trabajo, es necesario llevar a cabo una serie de medidas.

igualdad en el trabajo

En primer lugar, es conveniente establecer una política retributiva para ambos sexos equiparada, entre profesionales que desempeñan las mismas tareas, teniendo en cuenta las competencias profesionales así como la formación y experiencia. Dado que los datos apuntan a que las mujeres, generalmente, asumen mayor carga familiar, las empresas han de poner en marcha normas que favorezacan la conciliación laboral y familiar.
También es importante llevar a cabo procesos de selección de personal y promoción equitativos, para que hombres y mujeres puedan trabajar en base a sus puntos fuertes, eludiendo factores personales. Con ello se fomentará el incremento de puestos de dirección y liderazgo entre las mujeres trabajadoras, mediante planes estratégicos previamente establecidos. El crecimiento profesional, así mismo, va de la mano de una formación para el empleo que permita mayor retribución; en este aspecto, también las oportunidades entre hombres y mujeres deben ser las mismas, independientemente de situaciones particulares de algún sexo, como puede ser el caso de la maternidad en las mujeres.
Todas las acciones que se lleven a cabo en una organización, deben ser igualmente difundidas entre las personas integrantes, pues de este modo se contribuye a la inclusión de cada trabajador/a, ante las medidas que afectan a la globalidad del equipo humano.
La falta de transparencia en los criterios exigidos para promocionar al personal trabajador hace dudar a muchas personas sobre los parámetros que se siguen para que las mujeres puedan ascender a puestos de responsabilidad. Desde los sindicatos y las asociaciones más críticas con este hecho se pide mayor claridad en los requisitos de ascenso laboral, de modo que hombres y mujeres dispongan de las mismas oportunidades valorando su formación y experiencia.

Igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo

Solo 6 países, de 187 estudiados, superan el análisis de distintos indicadores influyentes en el ámbito laboral femenino, según un informe elaborado por el Banco Mundial; Francia, Suecia, Bélgica, Dinamarca, Letonia y Luxemburgo pasan la prueba de factores a tener en cuenta entre las mujeres trabajadoras, como su capacidad de viajar, el inicio en un empleo, el matrimonio, la maternidad, la administración de una empresa, el salario, la administración de activos y las pensiones.
El informe concluye, por tanto, que en la mayoría de los países del mundo no existe igualdad en el trabajo entre hombres y mujeres. Teniendo en cuenta los aspectos anteriormente citados, es posible ir construyendo una base que permita la igualdad de género en el plano laboral. No obstante, la rapidez no es la suficiente; tanto es así que desde CNN se prevé que hasta el año 2.073 los hombres y mujeres no alcanzarán la plena igualdad en el trabajo.

Igualdad en el trabajo

Además de la controversia sobre cómo afianzar la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo, cabe destacar que también se trabaja por que sectores determinados de la sociedad tengan las mismas oportunidades y trato, en el entorno laboral, sin dar lugar a la discriminación.
Este fenómeno es universal y se encuentra en constante evolución, pues no solo afecta a las mujeres, sino también a distintas etnias, personas con discapacidad, el colectivo transexual, personas con diversas creencias religiosas, o personas con edad comprendida en un determinado rango, entre otros casos concretos.
Para promover la igualdad en el trabajo, evitando la discriminación, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) establece unas Normas del trabajo que repercuten sobre la sociedad en general.

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